• GD-O-0072.2_Pintura por Encargo
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GD-O-0072

Pintura por Encargo

GD-O-0072
Lenguaje artístico, objetualidad

Año de producción
1985
Técnica / Material
cuadro: latex sobre tela; silueta: latex sobre madera, tubos fluorescentes
Dimensiones
288.5 x 164.5 cm (pintura); 170 x 100 cm (silueta)

Descripción visual
En la parte de atrás, un cuadro pintado con látex sobre tela de grandes dimensiones más una silueta de madera recortada a tamaño natural que debe ser ubicada delante del cuadro en su costado derecho.
En la composición del cuadro vemos a Gonzalo Díaz en una mesa de pintor, mirando el espectador con un perro en la falda, en el centro se encuentran sus muletas y su instrumental de pintura. Hay un paisaje sobre un atril, calas en un florero, y al otro lado los pliegues de un cortinaje. 
Delante del cuadro, una silueta de 170 cm de altura. En el montaje, el cuadro debe tener por detrás un halo de luz rosada hacia la derecha y verde hacia la izquierda lo que se logra mediante tubos fluorescentes  –2 tubos magenta a la derecha, 2 tubos verdes a la izquierda–, instalados por detrás de los largueros verticales del bastidor.
Textos en la obra
ES UNA PINTURA FUERA DE SERIE / VIOLENCIA, ACCION, INTRIGA Y PERFORMANCE EN LA ULTIMA OBRA DEL AUTOR DEL KM. 104. PRÓXIMO CAPÍTULO DE LA PINTURA CHILENA LADIAZ SOBRELOSMARES INTERCAMBIO KULTURAL presenta: PINTURA POR ENCARGO (SE RECOMIENDA NO HACER MÁS DE UNA AL AÑO) MAYORES DE 21 AÑOS 3 POSTULACIONES A LA MADONNA DE LA ACADEMIA
Texto Artista
La obra consiste en un cuadro pintado con látex sobre tela de “osnaburgo” (algodón ordinario), de 288 x 164 cm. más una silueta de madera recortada a tamaño natural que debe ser ubicada delante del cuadro en su costado derecho. La silueta debe tener unos 170 cm de altura. En el montaje, el cuadro debe tener por detrás un halo de luz rosada hacia la derecha y verde hacia la izquierda lo que se logra mediante tubos fluorescentes  –2 tubos magenta a la derecha, 2 tubos verdes a la izquierda–, instalados por detrás de los largueros verticales del bastidor.

Ambas pinturas, el cuadro y la silueta (en blanco y negro) fueron pintadas (“por encargo”) por un pintor de carteles de cine muy famoso que había en Santiago, llamado Mario Solís. La obra es de 1985 y aún en ese año se pintaban a mano las carteleras de cine en Santiago. Para pintar esos grandes carteles de cine ese pintor usaba las fotografías que venían hechas por las mismas distribuidoras de las películas y las copiaba magistralmente. Según él mismo me contó, él no podía pintar nada “inventado o del natural” y su talento consistía en que podía “copiar a la perfección” cualquier fotografía a cualquier tamaño. De hecho, este cuadro corresponde al formato de cartel de cine que se ubicaba al nivel de la calle, a la entrada de los cines, pero este pintor también pintaba los grandes lienzos que se ponían en el frontis de los cines sobre la marquesina y esas telas medían entre 8 y 10 metros de ancho.
Para hacerle mi encargo al Sr. Solis tuve entonces que producir una fotografía con la escena que imaginaba para que Mario Solís pudiera copiarla. En esa escena salgo yo mismo pintando un cuadro de caballete en un taller cuya atmósfera debía estar alejada lo más posible de un taller de “artista contemporáneo”. El cuadro que está en el caballete es efectivamente un cuadro mío muy antiguo que pertenecía a una serie de pinturas “metafísicas” llamada “El Paraíso Perdido”. Ese cuadro en particular se titulaba “Laguna Estigia”. Como anota Mellado en su texto el reflejo de los focos empleados en la toma hacen parecer ese cuadro como si estuviera en proceso de ser pintado.
 
Para hacer esa fotografía (que serviría de modelo para que el pintor Mario Solis pintara el cuadro) armé una “escena de taller” de utilería en el estudio fotográfico de un famoso fotógrafo de Santiago llamado Jaime O’Ryan, iluminada especialmente, y en esa escena posé para la foto sosteniendo en los brazos la perra de un amigo  –que no podía estarse quieta–  que me ayudó a trasladar desde mi taller los muebles y adminículos que figuran en la escena. 
 
De igual modo, y frente a una cinta sin fin (de esas que usan los fotógrafos para limpiar los fondos) posé con la misma máquina fotográfica (de esas que tienen fuelle y sacan placas de 9 x 12) dispuesta en un trípode, misma máquina que usó Jaime O’Ryan para hacer las fotos de la escena del taller. La fotografía en blanco y negro de esta pose sirvió como modelo para que el pintor Mario Solis pintara la silueta que está recortada a tamaño natural. Para ello debí ampliar esa foto en fotocopia, recortar la silueta y trazar esa silueta sobre la placa de madera que la cortaron en una tornería.
 
La obra fue realizada especialmente para la exposición llamada “Fuera de Serie” en la que participaron además, Brugnoli, Juan Domingo Dávila (ahora se hace llamar Juan Dávila), Dittborn y Leppe, realizada en 1985 en la famosa Galería Sur de Santiago. 
 
El contexto político era más que duro (aún con asesinatos y desaparición de personas) y el aislamiento de “la escena cultural” en Santiago y en Chile era completo. Acababa de pasar por Santiago, y nada menos que por el Museo Nacional de Bellas Artes, una gran exposición de Rauschemberg (se decía que era una movida del Departamento de Estado, cuestión que después se supo que era así) de la cual se hace mención en los “textos pintados” de esta obra LA DÍAZ SOBRELOSMARES INTERCAMBIO KULTURAL presenta: remedando a ROCI: RAUSCHEMBERG OVERSEAS CULTURE INTERCHANGE

Existe una relación entre la palabra overseas y la noción gramciana de Imperio.
 
Afiche exposición Rauschemberg en Santiago de Chile, titulada ROCI // RAUSCHEMBERG OVERSEAS CULTURE INTERCHANGE, Museo Nacional de Bellas Artes, 1985. Este afiche (impreso en off-set) se vende por internet en US$ 2.200

Como se ha dicho, se daba en Chile la polémica de “la vuelta de la pintura” y peor aún el enfrentamiento de los artistas que nos habíamos “quedado dentro” (el estigma de los colaboracionistas) y los que empezaban en esa época a volver del exilio, con Balmes a la cabeza. Mellado dice también que “Fuera de Serie” es la última exposición de la Avanzada aunque, el libro de la Nelly Margins & Institutions se publica en Third Text recién dos años después de esta muestra.

 
Contexto Histórico

Fuera de serie fue una exposición realizada en Galería Sur de Santiago, en septiembre de 1985. En ella participaron: Francisco Brugnoli, Juan Domingo Dávila, Gonzalo Díaz, Eugenio Dittborn, Arturo Duclos, Virginia Errázuriz y Carlos Leppe. En el catálogo, además del texto de Nelly Richard, se incluye el del escritor Gonzalo Muñoz y de Pablo Oyarzún.

El teórico Guillermo Machuca (1962-2020) argumentó que, para ciertos actores del campo del arte, Fuera de serie significó el fin de la denominada Escena de Avanzada, término acuñado por Richard respecto a propuestas experimentales, que escapaban a procedimientos tradicionales en el arte chileno. A ello se sumó que, previo a la realización de dicha muestra, el Museo Nacional de Bellas Artes exhibió el envío internacional Rauschenberg Overseas Cultural Interchange, entre julio-agosto de 1985. Esto generó una reacción en el campo del arte, evidenciable, tanto en el texto de Oyarzún para el catálogo, el cual analiza los efectos de la muestra, como en Pintura por encargo (1985), obra de Gonzalo Díaz que formó parte de la exposición y que estuvo conformada por dos piezas. La primera consistió en un afiche de cine encargado a un reconocido pintor que se dedicaba a ello. La segunda es una representación a escala del artista (en blanco y negro) colocado delante de la pintura. El afiche tenía una referencia irónica al título de la muestra de Rauschenberg: “PROXIMO CAPITULO DE LA PINTURA CHILENA/LADIAZ SOBRELOSMARES INTERCAMBIO KULTURAL” (sic).

Véase en el Archivo Digital ICAA.
Biografía de la obra

Esta obra se expuso por primera vez en la muestra Fuera de Serie de 1985 en Galería Sur.

En 1991, se expone sin la maleta de batería y cables en la muestra curada por Fatima Bercht, Arte contemporáneo desde Chile, Contemporary Art from Chile, Nueva York. 

En 2001, se expone en Cartografías del Deseo, Matucana 100, Santiago. Para esta ocasión la obra fue restaurada: reentelamiento y limpieza del cuadro, cambio de bastidor con tela blackout de base, arreglo del soporte de la silueta de madera y reinstalación de los 4 tubos fluorescentes  —magenta y verde—  por detrás del bastidor. Nuevamente se expone sin la maleta de batería y cables.
Desde el 2007 forma parte de la colección permanente del Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile.

Entonces estaba la cuestión de que la silueta se ve más real que el cuadro por ser una silueta, o sea la gente que entraba a la galería decía ¡chucha está Gonzalo Díaz ahí mirando tomando la foto! y nadie reparaba que eso que no era más real, porque estaba en blanco y negro y que el cuadro era lo irreal, lo representado y estaba en colores. Que es una cuestión que yo saqué de mi primera visita en la Galeria Uffizi, cuando fui a Italia en el año 80 y conocí por primera vez el Tríptico Portinari del pintor flamenco Hugo van der Goes, que es absolutamente extraordinario. Es un tríptico que cuando uno cierra las orejas está pintado en blanco y negro, las orejas por detrás están pintadas en blanco y negro, como si fuera la representación artística, en cambio cuando uno abre el tríptico ya no es representación artística sino que es la realidad misma".
Gonzalo Díaz, entrevista 29 de marzo de 2024.