Biografía de la obra
El texto que constituye la obra fue escrito por el propio artista, aunque en una idea preliminar estaba la posibilidad de instalar un texto de Nietzsche, tal como lo señala Pablo Oyarzún en su texto titulado "La pregunta, la paradoja, la promesa a propósito de Obra de Arte de Gonzalo Díaz", publicado en su libro El rabo del ojo, por Editorial Arcis en 2003.
Gonzalo Díaz interviene la balaustrada de este edificio neoclásico, que, a diferencia del Museo Nacional de Bellas Artes, representa una pobreza que se grafica en sus balaustres recortados en madera y no torneados. El balaustre aparecerá en otras obras del artista, siendo un elemento fundamental y funcional en la construcción del edificio, ya que es una viga de amarre.
La instalación de la obra tuvo la complejidad de que la Municipalidad de Santiago no autorizó la utilización de andamios desde la vereda de la Alameda, por lo que la empresa de letreros luminoso Parragué, tuvo que idear un sistema de andamio que se colgara hacia abajo desde la misma balaustrada. Al revisar esta obra, Gonzalo Díaz recuerda con afecto la relación que estableció con el dueño de la empresa de letreros, quien a pesar de ser de derecha y no entender mucho a los artistas, promovió una relación de confianza y afecto desde un comienzo, luego de la llegada de Díaz a Chile desde Italia, en la década del 80.
La obra estuvo un mes instalada en el frontis de la Casa Central.
Gonzalo Díaz, entrevista 18 de enero 2024.