Texto Artista
Como se sabe, el horno microondas es una aplicación secundaria de las investigaciones relacionadas con el radar, que realizaba el doctor Percy Spencer hace 70 años atrás para uno de los más grandes contratistas de defensa militar de los Estados Unidos, la Raytheon Corporation. Ahora, después de varias modernizaciones, se ha trasnformado en un electrodoméstico de uso común destinado a calentar y cocinar alimentos. Funciona mediante la generación de ondas de radio de alta frecuencia. Gracias a la mirada oblicua de Isabella Millán, el horno microondas se ha transformado además, en un microespacio exhibitivo, que acoje las obras de aquellos artistas que deseen extender las instancias de producción y mostración de obras que no son ni serán contempladas en el sistema general de las artes visuales. Esta instancia de exhibición podrá ser empleada en función activa o pasiva. En el primer caso, la obra será alterada por la agitación de las moléculas bipolares presentes en algunos objetos, ingresando por ello estas muestras a la dimensión de obras site specific. En el segundo caso, de modalidad pasiva del aparato, modalidad que será empleada en esta muestra de Gonzalo Díaz, el electrodoméstico coincide con las micro dimensiones de un “espacio” maquinal que en su minimidad fuerza la escala de los objetos que lo habitan en el transcurso de la muestra. En este boceto escultórico de enormes dimensiones, el Dr. Freud apoya su cabeza durmiente en una almohada de piedra, porque “De piedra ha de ser la cama // De piedra la cabecera // La mujer que a mi me quiera // Ha de quererme de veras…”.
Gonzalo Díaz, texto escrito con motivo de la exposición.