Vía crucis
Se entiende el vía crucis como un sistema de obra que Gonzalo Díaz utiliza por primera vez en Lonquén, 1989. Esta estructura, a la cual el artista despoja de su contenido religioso para dejar solo su estructura narrativa, recoge las 14 estaciones clásicas, generando una cadencia en el recorrido. Cada vía crucis posee su propia narrativa, conectada con el contexto de producción de la obra.