• GD-O-0228_1_El Mito de la Caverna
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GD-O-0228

El Mito de la Caverna

GD-O-0228
Lenguaje artístico, texto en movimiento, Lenguaje artístico, objetualidad

Año de producción
2019
Tipo de obra
Técnica / Material
Bronce, resortes, yunque, trípode con focos y sistema de rotación
Dimensiones
2,30 m
Propiedad

Descripción visual
Palabra fundida en bronce, tensada verticalmente mediante dos resortes anclados al cielo raso y a un yunque en el piso, que oscila en su eje vertical mediante un dispositivo giratorio tintineante, proyectando brillos hacia la derecha del muro y una sombra difusa y movediza hacia la izquierda del muro. Frente a la palabra en bronce se observa un trípode con el sistema de iluminación.
Textos en la obra
Metáfora
Texto Artista

Notizen. Aforismos, enunciados y apuntes objetuales

Notizen es una palabra alemana que significa “apuntes”, “notas”, “bosquejos” y cuya forma singular puede formar las palabras Notizblock, “block para apuntes”; Notizbuch, “libreta, libro de apuntes”, con el agregado de Kalender, “agenda”, y Notizheft, que significa “cuaderno de apuntes”. Para el oído de un hispanohablante, el significante retiene, desvía y demora un tanto el despliegue de sus sentidos gráficos y literarios.

Se reúnen y se muestran en Galería D21, bajo ese título –Notizen– una docena de obras producidas entre 2017 y 2019, que aunque muestran diferentes formulaciones materiales y objetuales de tipo aforístico, todas comparten la misma matriz de pensamiento y el mismo cuño del imaginario. Una de ellas –Civitas Dei–, que precisamente demora como remanente su versión objetual desde 2010, comparte la autoría de su actual enunciación con el joven artista Carlos Vidal.

Hay algo, sin embargo, a lo que no podría dejar de referirme. Esos ruidos rítmicos y metálicos de ollas, sartenes y cacerolas que se armonizan y contrapuntean con bocinas y sirenas de distinto timbre e intensidad, que se dejan escuchar cerca y muy lejos del taller en el que escribo esta presentación, estableciendo con ese rango de amplias dimensiones un profundo paisaje comprimido que empieza a dejar salir a la luz del sol la “ira del pueblo”. O los vándalos y terroristas somos todos, hayamos o no puesto un pie en la calle, o están peinados a la gomina y a la sombra, al interior de palacio. Esta emergencia impensada e inimaginable en su insistente persistencia no constituye, por cierto, un ensayo, un apunte o un bosquejo de la historia, sino que significa la expresión popular y callejera más importante de los movimientos sociales de los últimos 40 años. Entre esos ruidos y esa tensión social que deja en cinco días la ciudad devastada y al arte reducido al silencio, surge la imagen del Ángel de la Historia, con un demonio esta vez, ardiendo amarrado a sus espaldas, dejando las palabras abuso, muerte, defenestración, incendio, sistemas despóticos, fracturas, ruina, corrupción, abismos anárquicos girando en el aire contaminado.

En este contexto de máxima asimetría entre el silencioso espacio privado del taller y el fulgor bullanguero de la calle que arde, la obra se repliega, o más exactamente, es replegada sobre sí misma, en el invierno concentrado de su propio lenguaje. Sería, entonces, octubre el mes más cruel.

El autor mantiene la esperanza de que estas obras conformen proposiciones tan claras y evidentes que sean admitidas sin demostración. (Él) quisiera que fueran como cada uno de los principios fundamentales e indemostrables sobre los que se construye una teoría, en fin, (él) anhela que la superficie de sus respectivas materialidades constituyan proposiciones cuya verdad sea admitida sin pruebas para servir de base en ulteriores razonamientos. De todos modos queda suspendido en este aire, en la atmósfera de Notizen, la antigua pretensión del autor relativa a que la constitución de la obra se ajuste y obedezca a la operación aritmética sobre un número, por ejemplo aquella que se grafica mediante la notación 73, cifra que debe leerse “siete elevado a tres” y cuyo resultado es la lejana e inesperada cifra de 343, tercera potencia de 7. Esta figura aritmética y su grafía exponencial propone un modelo de construcción que permitiría que una imagen o un objeto pueda ser la potencia de sentido de otra imagen o de otro objeto. O que una imagen u objeto pueda ser elevado a la potencia de sentido de otra imagen u objeto. Fantasías de producción que permiten vencer, al menos en forma aparente, la pulsión de muerte que en el arte siempre ronda por el cielo de los procesos productivos.

Otra pauta común de estas obras que aspiran a la categoría de enunciados es la formulación dialéctica que muestran todas ellas, en cuanto se estructuran material y objetualmente en una relación, si no de opuestos, al menos de cosas lejanas, no habitualmente limítrofes ni probablemente contactadas. El “funcionamiento” de las obras al momento de ser puestas al arbitrio espectante o al rango de enjuiciamiento podría formularse como “he aquí esto que es como esto (otro)”, o “he aquí esto, que es esto otro”.

Pero tal vez el rasgo que aúna con más propiedad la contextura de estas obras, además de compartir todas ellas los significados que encierra el nombre de la muestra, sea el carácter provisional que comparten todas por igual, como si no alcanzaran a expandir el acto de enunciación hacia un entramado ficcional de cierta permanencia, a causa de la precariedad de los materiales y objetos puestos en juego y por la geometría de sus respectivas disposiciones, operaciones y procedimientos que definen la relación de estos pequeños ensayos objetuales con una temporalidad muy acotada.

Gonzalo Díaz
Santiago, 19, 20, 21, 22 y 23 de octubre, 2019

Contexto Histórico

Esta obra forma parte de la exposición individual, titulada Notizen, que presentó Gonzalo Díaz en Galería D21 entre diciembre de 2019 y enero de 2020. Dentro de las obras que la conforman se encuentra Asamblea Constituyente, que conectan las reflexiones del artista con los últimos hechos sociales y políticos sucedidos en Chile desde 2019 en adelante, marcados por el estallido social y la nueva constitución.

La muestra estuvo formada por un total de diez obras.

El título, en palabras de Gonzalo Díaz publicadas en el catálogo digital Nº66 de la galería, corresponde a una palabra en alemán que refiere a "nota", "apunte" o "bosquejo", la cual se puede complejizar en su escritura al referir a sustantivos que determinan objetos para la acción de apuntar o bosquejar, como Notizbuch (libreta de apuntes) o Notizheft (cuaderno de apuntes). Justamente será esta última palabra en alemán la que titula la publicación que se edita en 2024, la cual recoge escritos de Nelly Richard, Eugenio Dittborn, Carlos Pérez Villalobos y Pablo Oyarzún, quienes reflexionan sobre las obras presentadas en 2019 en D21.
Biografía de la obra
"Lo que había que lograr es que la palabra capatara el brillo sometido a la intensidad de una luz fuerte. Hicimos pruebas al sol para ver si la palabra proyectaba el brillo. La otra prueba que tuvimos que hacer fue la tensión de los resortes. Madamos a hacer tres veces el resorte. Para lograr que la palabra de bronce quedara rígida y flexible a la vez, tomando en cuenta esa altura, muy poca de 2,30. Altura de domicilio. Si yo tuviera que poner esa obra en otro espacio habría que rediseñar los resortes. Los resortes se mandaron a hacer en la calle San Pablo con un señor que hacía resortes. Ahí conocimos la tecnología del resorte que tiene que ver con el grosor del alambre y el diámetro de la vuelta. hay muchas variables. El largo del resorte también tiene que ver. Nosotros le dimos al señor de los resortes, le llevamos la palabra y le explicamos que iba colgada de tal manera. Lo probamos en el patio de mi taller. Sujetamos el resorte con el yunque y nos dimos cuenta que era una pieza fundamental de la obra. Permitía no perforar el piso, ni del patio del taller ni de la galería. Así nos dimos cuenta que funcionaba. Mandamos a hacer una estructura de metal que soportara tres focos para que iluminaran muy fuertemente la cara pulida de la palabra. Primero se ponía la palabra. Esa esquina de la galería era apropiada, ese rincón producía un encajonamiento de la luz. Una vez puesta la palabra con el trípode adelante, los focos, se encendía todo eso y recibía de lleno al luz perpendicular. El brillo se proyecta hacia el lado de sombra del muro y el cuerpo de la palabra se proyecta hacia el lado de luz. Todo se terminó probando ahí mismo. Todo resultó. La palabra Metáfota la compré en Venezuela porque eran muy baratas. Me traje muchas palabras (14 figuras retóricas que he usado en otras obras). Pensaba hacer algo que nunca hice y quedaron en mi patio. Solo tuve que sacarle brillo para exhibirla. Queda como nueva".
Gonzalo Díaz, entrevista 2 de julio de 2024
Registro audiovisual
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