Texto en movimiento
El recurso del lenguaje está presente en numerosas obras donde la palabra adquiere su forma con materialidades y estrategias diversas. La más reconocida es la utilización de tubos inyectados de neón o argón con los que Díaz escribe conceptos o frases. La palabra también encuentra otras formas de concreción, en bronce brillante que titila, en textos incandescentes que emiten calor, en letras vivas de pasto, o de neón que flotan en piedras volcánicas en una fuente de agua. El movimiento se hace presente como una inestabilidad de las estructuras, desafiando al espectador en una lectura que va más allá de las formas.