• GD-O-0241_Escapulario
    GD-O-0241_Escapulario
GD-O-0241_Escapulario
GD-O-0241_Escapulario
GD-O-0241_Escapulario
GD-O-0241_Escapulario
GD-O-0241_Escapulario
GD-O-0241

Escapulario

GD-O-0241
Lenguaje artístico, objetualidad

Año de producción
2023
Tipo de obra
Técnica / Material
Escapulario intervenido con impresión y pintura; papel, lápiz, luz roja encendida sobre marco de mayor tamaño
Dimensiones
33,5 x 26,5 cm (cuadro base) ;17 x 14 cm (cuadro exponente) ;33,5 x 43,5 cm (medidas totales)
Propiedad

Descripción visual
Díptico materialmente palinódico, colgado bajo la grilla de la notación exponencial. Está formado por un cuadro base el cual presenta un escapulario de tela con la imagen del rostro de Salvador Allende impresa en negro al lado derecho de la pieza. Sobre el borde superior derecho del escapulario se observa huellas de un líquido azul violeta y dorado. Sobre el borde superior izquierdo de la moldura negra que enmarca el cuadro, se observa un elemento que emite una luz roja.
El cuadro exponente, llamado así por el artista, se ubica a la derecha del cuadro base, alineado a su borde superior. Al interior se presenta un fragmento de una hoja de cuaderno con líneas azules y margen de color rojo. Presenta el desgarro de los orificios con lo que se encuaderna al haber sido arrancada. En lápiz se encuentra escrita la frase Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra, obtenida del Salmo 91:7
Textos en la obra
Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra. (Salmo 91:7)
Texto Artista
El próximo 13 de julio del presente año, se inaugurará la exposición y el metal tranquilo de mi voz, en la sede del Parque Forestal del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile. Participan en ella los artistas Eugenio Téllez, Eugenio Dittborn, Gonzalo Díaz, Jorge Tacla, Natalia Babarovic y Pablo Langlois. La muestra vuelve a centrar y a connotar lo que la expresión “conmemoración de los 50 años del golpe”, de uso común por estos días, oculta. Este grupo de artistas, conscientes de esa manipulación, ha querido resignificar el sentido principal de estas fechas conmemorativas. La muestra y el metal tranquilo de mi voz la realizan en conmemoración de los 50 años de la muerte del Presidente Allende y con ello, la conmemoración de un momento histórico –tal vez único en la historia del país– en el que el pueblo de Chile en su conjunto alcanzó a conformar una enorme experiencia colectiva de dignidad, participación y sentido de pertenencia. Todos los artistas participantes, entre los que se cuentan dos Premios Nacionales –Díaz y Dittborn– están produciendo una serie de obras especialmente para esta exposición. A su vez, Eugenio Téllez está trabajando actualmente en París en un gran tríptico y vendrá a Chile durante fines de junio y julio, para asistir al montaje y a la inauguración de la exposición. De manera similar, Jorge Tacla trabaja en Nueva York y traerá a Chile su obra –tres óleos de gran formato– en el próximo mes de junio. Los artistas participantes más viejos, Eugenio Téllez, Eugenio Dittborn y Gonzalo Díaz, estudiaron en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, que ocupaba hasta fines de los años sesenta, el mismo edificio palaciego del Parque Forestal en el que hoy se realiza esta importante muestra. A su vez, Jorge Tacla y Natalia Babarovic –alumnos de Gonzalo Díaz al igual que Pablo Langlois–, estudiaron arte ya en plena dictadura, en la Escuela de Arte de la Universidad de Chile en el Campus Juan Gómez Millas. Por último, Pablo Langlois estudió en el Instituto Arcis –cuya escuela de arte fue fundada por académicos de la Universidad de Chile, principalmente, Francisco Brugnoli y Pablo Oyarzun– en el taller de pintura que dirigía a mediados de los años 80 Gonzalo Díaz. “El Arcis” era, en esas oscuras épocas, un espacio alternativo de liberación para la vigilada, oprimida y aislada Escuela de Arte de la Universidad de Chile. En razón de la importancia histórica de la conmemoración que esta muestra pone en el centro de su enunciación, y de la relevancia de los seis artistas participantes, la exposición y el metal tranquilo de mi voz será, sin duda, una exhibición de gran importancia tanto para la escena de artes visuales del país como para la reflexión que ya se está produciendo en relación con estas fechas conmemorativas trascendentales para la historia de Chile. (Tatemente escrito por Gonzalo Díaz) Gonzalo Arqueros: ¿Te parece que en la resonancia histórica del fragmento del discurso de Allende, que fue hablado y no escrito, puede haber un efecto crítico sobre el significante plástico y visual? ¿cómo ves que se mate- rializa ese efecto en tu obra? Gonzalo Díaz: También hay un significante audible, que es el discurso grabado, también hay una pronunciación, hay un tono, hay un modismo que uno reconoce en el habla de Allende. Bueno, no es que yo lo haya conocido demasiado, lo vi dos o tres veces en persona pero uno compara ese tono, esa pronunciación de algunas palabras, con otros discursos que uno ha visto grabados o en la tele, etc. Yo de ese discurso tomé ese fragmento, que me pareció que es el más irreductible en cuanto a su composición, por lo raro que es. Por la metáfora rarísima que usa, “el metal tranquilo de mi voz”, yo siempre me imaginé que Allende mientras decía eso sentía ruidos de metales afuera. Afuera había orugas de tanques, balazos, carga de balas en ametralladoras, había metales, como el casco que tenía puesto, etc. Y que eso le habría llevado a usar esa palabra, “y el metal tranquilo de mi voz”, porque “metal” está usado por timbre o, me imagino, por “tono”: “y el tono tranquilo de mi voz”, algo así. Pero en vez de “tono” usa esta palabra que es como una frase para el bronce, o es el bronce de su próxima estatua. Ese fragmento, que me pareció preciosísimo para ponerle el título a la exposición, porque yo creo que lo más lindo de la exposición es el título, por lejos. Ese fragmento lo elegí por eso, por ser el trozo más irreductible. Yo diría, para tu pregunta, si no es la escritura qué es, qué guía, de dónde sale ese discurso con ese nivel de coherencia y de redacción y de ilación, de redondez, etc. Yo creo que así como tu usas dos palabras, dicción/inscripción, uno podría poner: experiencia/apremio. Eso es lo que está sosteniendo ese discurso, porque no estaba leyendo un papel. ¿Entonces qué es lo que sostiene lo que dice...? su experiencia y el apremio de su próxima muerte. De su próxima muerte segura, o sea es un sujeto que ya se está muriendo, en ese momento, en ese balcón hacia el infinito, está hablando con ese tono. Ese es “el metal tranquilo de mi voz”, que yo diría que se puede aprisionar, se puede cercar en esas dos palabras: experiencia y apremio. Apremio incluye también miedo, temeridad, osadía, todas las afecciones llevadas a un límite, porque estaba en un límite. Afecciones además limítrofes con el más allá, o sea es un límite absoluto. Y eso de alguna manera tiene que haber actuado en los invitados de la exposición, porque fueron especialmente invitados a esta exposición que ya había declarado, en el momento de invitarlos, el sentido –o un sentido– del asunto, que era este desviar la frase. Desviar el lugar común que se ha repetido tanto en estos días, y sobre todo por la derecha, pero igual por la izquierda, esto del cincuenta aniversario del golpe de estado. Entonces queríamos desviar esa frase y cambiarla por conmemoración de los cin- cuenta años de la muerte del presidente Allende. Todos los artistas fueron invitados a eso, sabiéndolo, y también sabiendo que se llamaba y el metal tranquilo de mi voz. Es muy importante el “y” con que empieza el título porque da cuenta del fragmento, porque si no sólo sería un título no más: “el metal tranquilo de mi voz”. Entonces el “y” con minúscula es muy fundamental porque es una conjunción y también es un límite entre los dos elementos que junta, y en el caso del mismo discurso sería también un límite, por ejemplo de la vida con la muerte. Y eso tiene que haber afectado de algún modo la producción de las obras, ya que todas fueron hechas especialmente para la exposición. GA: ¿Existe alguna correspondencia entre el trámite material de las obras y el fragmento del discurso de Allende? Gonzalo Díaz: El asunto viene de que esta exposición nace por una invitación que el MAC me hace a mí para que yo haga una gran obra en los 50 años del golpe, esa era la invitación. Entonces yo quise frustrar esa cuestión, como si yo estuviera obligado a hacer siempre grandes obras. O sea, también lo he escuchado eso, que Díaz siempre hace unas instalaciones enormes..., entonces quería frustrar eso. Y además me pareció que era la ocasión de minimizar materialmente la obra, minimizar la obra al máximo para que el homenajeado quedara en primera línea, y no la “obrota” artística del autor que se manda el numerito a costa de una tragedia. Entonces eso es el asunto materialmente palinódico y originalmente yo iba a poner esa obra sola, de este porte, en esa sala, sólo esa obra en la sala, pero me di cuenta de que esa era otra manera de mañosear, de hacer el numerito. Entonces ahí pensé cómo me salgo de esto y se me ocurrió entonces invi- tar, que es otra cuestión muy importante: invitar. Esto no es una curatoría sino que es una invitación a los amigos..., bueno tengo más amigos que no alcancé a invitar. Lo otro ya tiene que ver con el proceso de la misma obra. Es un objeto enigmático que está en la forma del díptico además de ser materialmente palinódico sigue la estructura de lo que se llama “notación exponencial” que es una invención de los matemáticos. Es una manera de escribir una cifra, en la que en vez de escribir una cantidad, pones un número grande y un número pequeño a arriba a la derecha y se lee, por ejemplo: siete elevado a tres, o siete elevado a la potencia de tres, y significa 7 x 7 x 7 = 343, no es ni 7 ni 3 ni 73, sino que una cifra muy lejana. Eso se llama notación exponencial y este díptico sigue, remeda o se vale de esa misma notación. En matemáticas el número grande se llama base y el chiquito arriba se llama exponente, entonces en el cuadro base, el más grande, hay un objeto raro que es una especie de reliquia -nadie sabe lo que es-, pero que tiene huellas de haber sido usado por el cuerpo de alguien. Es una almohadilla usada por alguien, pero es muy rara la forma, está cosida a mano, es una reliquia, un enigma. Lo único que la saca del enigma es que tiene improntado un retrato de Allende con este sistema rasca de impronta que se hace con una cuchara y con un líquido diluyente. El típico retrato de Allende, bueno todos los retratos de Allende son muy parecidos unos a otros, con la estructura de la cabeza, los anteojos, el pelo, qué se yo, es como un timbre de goma, para el lado que le tomaras una foto es igual, yo vi miles de fotos para elegir una..., son todas como un timbre de goma, la cara de Allende. El cuadro base tiene esa impronta y el cuadro exponente tiene dos líneas de texto “Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra” sacadas de un salmo de la Biblia que me encontré y que se me pegoteó inmediatamente con esta obra. Bueno, entonces la fantasía de esto es que uno pueda decir: la imagen del cuadro base está elevada a la potencia de sentido del texto, o elevada a la potencia del texto, la imagen elevada a la potencia de un texto. También podría ser al revés, podría estar el texto en el cuadro base y una imagen visual, una fotografía en el otro cuadrito, sería al revés, pero sería la misma cosa: un texto elevado a la potencia de una imagen. Después, la otra cosa que tiene el díptico éste, es que el cuadro base, el cuadro grande que es muy chico, y que es más chico todavía por que se ve en esa sala donde hay puras obras muy grandes. Está sobre todo cerca de la pintura de Dittborn y el tríptico de Tacla que son grandes, y todas las telas son enormes. El cuadro base tiene una luz roja LED arriba, similar a los aparatos de radio que tu enciendes, pones ON y se enciende una lucecita roja que indica que está en funcionamiento y si tu apagas el aparato, se apaga la lucecita. La luz está en el espesor del marco que es una moldura de aluminio negra de 3 cm de profundidad, está en el centro a 3 cm del borde. Arriba a la izquierda está el LED encendido..., pero nadie la vio, yo le pregunté a mucha gente que hablaba de la obra si había visto la luz roja, pero nadie la había visto. El asunto es que esa luz tiene la función de testigo, que indica que el cuadro está en ON, en funcionamiento. Pero también tiene otra referencia, en mi cabeza también yo recordaba la admiración que sentía cuando niño al ver la lucecita de la lamparita de aceite, de vidrio rojo, que encendían los curas en la iglesia en esa casita de oro donde guardan el copón con las ostias. Entonces cuando estaban las ostias consagradas encendían la luz de la lamparita, es decir, que cuando la luz era visible estaba el cuerpo de Cristo ahí presente, indicaba eso. Alucinógena la lamparita muy linda y siempre me he querido conseguir una. Yo creo que también viene de ahí, de esa liturgia, esa invención eclesiástica que creo que es muy antigua, medieval por lo menos, como varios otros símbolos y representaciones, como el vía crucis, ese tipo de invención eclesiástica. Yo creo que de ahí viene el asunto de que el rey va con su bandera, o sea va precedido del pabellón real. Se ve actualmente en la monarquía inglesa que cuando la reina y ahora Carlos III entra en palacio izan la bandera. Creo que eso pasó también en Francia y pasó por encima de la revolución francesa a la república, de manera que cuando entra el presidente al palacio presidencial, izan la bandera. Y como todas las repúblicas latinoamericanas, en la república chilena proveniente de esa tradición francesa, post revolución francesa, también está esa misma costumbre. Cuando el presidente entra en el palacio de La Moneda y cuando está ahí, se iza la bandera presidencial, o estandarte presidencial, que es la bandera chilena con el escudo bordado, y cuando el presidente sale se arría 1. Yo no sé cuál de las dos cosas viene antes, si la lucecita roja del sagrario o el emblema que avisa la presencia del rey o el presidente, pero ambas indican que está el cuerpo presente. Y entonces la luz roja tiene esa función también, que el cuadro está funcionando igual que una radio encendida, pero en este caso indica: he aquí el cuerpo presente del hombre cuya muerte se conmemora en esta muestra. GA: ¿Estarías de acuerdo en que el fragmento del Salmo 91 se toca con las palabras de Allende y tiene algo exorcisador y comprometedor?Gonzalo Díaz: Yo me encontré con ese par de versos, abrí la biblia que tengo y que veo cada cierto rato de la misma manera, la abro y en la página que la abro leo algo. Siempre encuentro algo y ahora leí esa cuestión y la saqué..., la extraje del salmo porque inmediatamente lo que sigue ya da cuenta del texto bíblico. Pero este pedazo que yo saqué deja flotando el texto en su nivel de texto no más. (Revista Teoría del Arte, 2023)
Contexto Histórico
y el metal tranquilo de mi voz, exposición conmemorativa de los 50 años de la muerte del Presidente Allende, en el Museo de Arte Contemporáneo, sede Parque Forestal. Gonzalo Díaz fue expositor y organizador de la muestra. Extendió la invitación a Eugenio Tellez, Eugenio Dittborn, Jorge Tacla, Natalia Babarovic y Pablo Langlois. "A mi me invitó el director del MAC pensando en el aniversario de 50 años del Golpe y yo le dije que no del Golpe, que de la muerte de presidente Allende. Le pedí la mejor sala del MAC para hacer una obra totalmente mínima (segundo piso, norte) y poner una sola obra. Yo usando todo el poder de mi autoridad, después pensé en invitar a mis amigos. Les dije hagamos todos una obra, lo que ustedes quieran con este asunto: 50 años de muerte del presidente Allende. El título se lo puse yo, sacado del último discurso de Allende. Todos hicieron algo nuevo salvo Dittborn que hizo una edición especial de una obra ya hecha. Tacla trajo su obra de NY, Tellez la trajo de Francia. Incluso se pagaron su pasaje para venir a Chile. Son todas obras hechas para esta exposición. La idea no era hacer una curaduría. Yo no fui el curador, fui el gestor. La exposición duró hasta septiembre, incluyendo el 11 de septiembre. Conseguí un poco de plata para financiar parte de los materiales, bastidores. El diseño de la sala, muro poniente y oriente pintado gris neutro, formaba un corchete, muro norte y sur blanco. Hubo una predominancia pictórica en las obras y artistas, sin buscarlo. El que más se aleja de eso es Pablo Langlois".
Gonzalo Díaz, entrevista 11 de julio de 2024.
Biografía de la obra
"El escapulario: Es un objeto protector y devocional. Una imagen mínima, enmarcada. Este objeto tiene todas las marcas de ser una reliquia, raro, misterioso, huellas de un uso corpoóreo. Objeto totalmente gastado. Este no es un escapulario, pero cumple la función del detente, de la protección simbólica. Este objeto es de paño, se nota que está hecho a mano, debe tener 10 cm de ancho por 6 o 5 cm de alto. Está imtervenido: traspaso con piroxilina la foto de Allende. Ese líquido violeta es como desinfectante, restos dorados. El papelito de al lado también esta hecho con traspaso a la piroxilina, un pedazo de cuaderno. Primero hice ensayos, había escrito a mano. Me pareció más correspondiente, un pedazo de papel con una anotación escrita a lápiz, era una experiencia privada. Luego cambié eso no sé por qué razón. El objeto de tela lo compré porque cumplía con todo: misterioso, no corresponde a nada, pero que tiene huellas de proveniencia. Tiene como marcas de cuerpo. Eso que no tenga nombre me gusta mucho. Un objeto innombarble, una cosa sin nombre. Todo esto puesto en una situación: marco, passepartout, ultra pitucada".
Gonzalo Díaz, entrevista 11 de julio de 2024.

El díptico materialmente Palinódico (significa retractación): se refiere a retrasar materialmente la obra. En vez de aparecer con una "súper obra", Gonzalo Díaz comenta que prefirió disminuir la obra la máximo. De manera de dejar en primer plano al Presidente Allende y los 50 años de su muerte y no los 50 años del golpe. La luz roja sobre el marco daba cuenta que la obra estaba funcionando. Es como un "on". También menciona la luz roja de la lámpara que resguarda el sagrario. Cuando está la hostia consagrada se prende la lamparita. Marca la presencia de un cuerpo. También se relaciona con la presencia del rey en el palacio, izándose la bandera, cuestión que es heredada por los presidentes post revolución francesa. El díptico está montado bajo la escritura de notación exponencial. El cuadro grande a la izquierda es el cuadro base y el pequeño, a la derecha es el cuadro exponente.
Registro audiovisual