Biografía de la obra
Esta obra se enmarca dentro de los vía crucis, pero a diferencia del resto de obras que trabajan este tópico procedimental, es el mismo artista el que genera las condiciones, en este caso no arquitectónicas, para estructurar las catorce estaciones. Para eso utiliza catorce trípodes Manfrotto, en los que instala un potente reflector, dándole un ángulo que dibuja sobre el muro un as de luz que dejaba fuera al pájaro y partía con una altura acotada, la cual se iba abriendo y perdiendo potencia, dando paso a la siguiente estación. Producía este cono de luz que era mu lindo. "Eran como muritos, u hoyos de luz, en un muro enorme. El espacio que era indomesticable se acotó con esta estructura de siete y siete.
(...) Yo había visto en la Bienal anterior, como naufragaban las obras dentro de este espacio monumental. De ahí salió emplazar un Vía Crucis, que es casi como emplazarlo en una iglesia. Cada estación del Vía Crucis estaba puesta a más de 5 metros. Y esta idea de poner el foco de luz produce una secuenciación del espacio que hace que el espacio quede acotado y que la obra quede a escala del espacio. Ese fue uno de los hallazgos de esta obra. Y el otro hallazgo es que junta la estructura del Vía Crucis con los 14 versos de un soneto clásico, de nada menos que de Garcilaso de la Vega. Entonces se junta ahí estas dos estructuras tan prestigiosas y tan experimentadas en la historia del arte: las catorce estaciones con los catorce versos del soneto. Lo otro es que el texto del soneto de Garcilaso es un texto lírico escrito por un sujeto que se lamenta de perder a su amada. Es totalmente, no es medieval porque el lenguaje es demasiado bello y moderno. Dicen que Garcilaso es uno de los fundadores del idioma español. Entonces es una pieza que está en el origen del idioma mismo. Entonces la estructura del soneto es totalmente lírica, romántica, del tipo que lamenta perder a su amada, mezclado con, o junto con esa imagen que yo mismo tomé en diapositiva de mi tele, viendo el noticiario de Televisión Nacional de Chile, un poco antes de la Bienal, que mostraba cubanos escapando de La Habana hacia Miami. Y en el momento de la Bienal estaba la cagada en La Habana. Bueno, a mi me dijeron que no me iban a dejar mostrar esta obra, pero era tan sutil la obra que creo que no se dieron cuenta de lo que se trataba. quizás esa fue la razón por la que esta obra no se incluyó en este proyecto de reposición de la exposición en Alemania (Existió la posibilidad de mostrar esta obra un tiempo después en Alemania, para lo cual Gonzalo le pide a Ronald Kay la traducción del soneto de Garcilaso, que resultó ser una muy buena traducción. Finalmente el proyecto en Aquisgrán no se concretó y la traducción nunca se utilizó). Esta imagen que era de noticiario de televisión, así de actual de la imagen confrontada con este texto renacentistas, con el resultado de que el texto se volvía ultra político. La imagen se vuelve una imagen totalmente idílica, parece una pintura veneciana. El texto hacía invertir el sentido de la imagen y la imagen hacía invertir el sentido del texto. Esta es la gracia de esta obra, que por su puesto yo lo caché después de que ya estaba puesta la obra.
"La obra viajó a Cuba vía Valija diplomática y de manera gratuita en un avión cubano. Al volver a Chile fue requisada por la Aduana, igual que el Kilómetro 104 y la Declinación de los Planos que se perdió en la Aduana, con la diferencia que en esta oportunidad ya estábamos en democracia, era el gobierno de Aylwin".
Gonzalo Díaz, entrevista 21 de diciembre de 2023.