• GD-O-0233_2_El Fin de la Historia
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GD-O-0233

El Fin de la Historia

GD-O-0233
Lenguaje artístico, objetualidad

Año de producción
2019
Tipo de obra
Técnica / Material
Contenedor plástico, agua, piedra volcánica, reloj electrónico con sus conexiones
Dimensiones
5 m altura máxima
Propiedad

Descripción visual
Contenedor plástico lleno de agua con dos bombas que funcionan de manera intermitente para generar un movimiento de remolino. En su interior flota una piedra volcánica de gran tamaño, siempre en movimiento, que sostiene un display electrónico por medio de dos vástagos de bronce. El display presenta un total de 17 dígitos, los cuales requieren de dos conexiones eléctricas por cada uno, los que suben hacia el cielo de la sala y descansan sobre una estructura metálica. 
Textos en la obra
65.000.000 28.750.200 (segundos en constante cambio)
Texto Artista

Notizen. Aforismos, enunciados y apuntes objetuales

Notizen es una palabra alemana que significa “apuntes”, “notas”, “bosquejos” y cuya forma singular puede formar las palabras Notizblock, “block para apuntes”; Notizbuch, “libreta, libro de apuntes”, con el agregado de Kalender, “agenda”, y Notizheft, que significa “cuaderno de apuntes”. Para el oído de un hispanohablante, el significante retiene, desvía y demora un tanto el despliegue de sus sentidos gráficos y literarios.

Se reúnen y se muestran en Galería D21, bajo ese título –Notizen– una docena de obras producidas entre 2017 y 2019, que aunque muestran diferentes formulaciones materiales y objetuales de tipo aforístico, todas comparten la misma matriz de pensamiento y el mismo cuño del imaginario. Una de ellas –Civitas Dei–, que precisamente demora como remanente su versión objetual desde 2010, comparte la autoría de su actual enunciación con el joven artista Carlos Vidal.

Hay algo, sin embargo, a lo que no podría dejar de referirme. Esos ruidos rítmicos y metálicos de ollas, sartenes y cacerolas que se armonizan y contrapuntean con bocinas y sirenas de distinto timbre e intensidad, que se dejan escuchar cerca y muy lejos del taller en el que escribo esta presentación, estableciendo con ese rango de amplias dimensiones un profundo paisaje comprimido que empieza a dejar salir a la luz del sol la “ira del pueblo”. O los vándalos y terroristas somos todos, hayamos o no puesto un pie en la calle, o están peinados a la gomina y a la sombra, al interior de palacio. Esta emergencia impensada e inimaginable en su insistente persistencia no constituye, por cierto, un ensayo, un apunte o un bosquejo de la historia, sino que significa la expresión popular y callejera más importante de los movimientos sociales de los últimos 40 años. Entre esos ruidos y esa tensión social que deja en cinco días la ciudad devastada y al arte reducido al silencio, surge la imagen del Ángel de la Historia, con un demonio esta vez, ardiendo amarrado a sus espaldas, dejando las palabras abuso, muerte, defenestración, incendio, sistemas despóticos, fracturas, ruina, corrupción, abismos anárquicos girando en el aire contaminado.

En este contexto de máxima asimetría entre el silencioso espacio privado del taller y el fulgor bullanguero de la calle que arde, la obra se repliega, o más exactamente, es replegada sobre sí misma, en el invierno concentrado de su propio lenguaje. Sería, entonces, octubre el mes más cruel.

El autor mantiene la esperanza de que estas obras conformen proposiciones tan claras y evidentes que sean admitidas sin demostración. (Él) quisiera que fueran como cada uno de los principios fundamentales e indemostrables sobre los que se construye una teoría, en fin, (él) anhela que la superficie de sus respectivas materialidades constituyan proposiciones cuya verdad sea admitida sin pruebas para servir de base en ulteriores razonamientos. De todos modos queda suspendido en este aire, en la atmósfera de Notizen, la antigua pretensión del autor relativa a que la constitución de la obra se ajuste y obedezca a la operación aritmética sobre un número, por ejemplo aquella que se grafica mediante la notación 73, cifra que debe leerse “siete elevado a tres” y cuyo resultado es la lejana e inesperada cifra de 343, tercera potencia de 7. Esta figura aritmética y su grafía exponencial propone un modelo de construcción que permitiría que una imagen o un objeto pueda ser la potencia de sentido de otra imagen o de otro objeto. O que una imagen u objeto pueda ser elevado a la potencia de sentido de otra imagen u objeto. Fantasías de producción que permiten vencer, al menos en forma aparente, la pulsión de muerte que en el arte siempre ronda por el cielo de los procesos productivos.

Otra pauta común de estas obras que aspiran a la categoría de enunciados es la formulación dialéctica que muestran todas ellas, en cuanto se estructuran material y objetualmente en una relación, si no de opuestos, al menos de cosas lejanas, no habitualmente limítrofes ni probablemente contactadas. El “funcionamiento” de las obras al momento de ser puestas al arbitrio espectante o al rango de enjuiciamiento podría formularse como “he aquí esto que es como esto (otro)”, o “he aquí esto, que es esto otro”.

Pero tal vez el rasgo que aúna con más propiedad la contextura de estas obras, además de compartir todas ellas los significados que encierra el nombre de la muestra, sea el carácter provisional que comparten todas por igual, como si no alcanzaran a expandir el acto de enunciación hacia un entramado ficcional de cierta permanencia, a causa de la precariedad de los materiales y objetos puestos en juego y por la geometría de sus respectivas disposiciones, operaciones y procedimientos que definen la relación de estos pequeños ensayos objetuales con una temporalidad muy acotada.

Gonzalo Díaz
Santiago, 19, 20, 21, 22 y 23 de octubre, 2019

Contexto Histórico

Esta obra forma parte de la exposición individual, titulada Notizen, que presentó Gonzalo Díaz en Galería D21 entre diciembre de 2019 y enero de 2020. Dentro de las obras que la conforman se encuentra Asamblea Constituyente, que conectan las reflexiones del artista con los últimos hechos sociales y políticos sucedidos en Chile desde 2019 en adelante, marcados por el estallido social y la nueva constitución.

La muestra estuvo formada por un total de diez obras.

El título, en palabras de Gonzalo Díaz publicadas en el catálogo digital Nº66 de la galería, corresponde a una palabra en alemán que refiere a "nota", "apunte" o "bosquejo", la cual se puede complejizar en su escritura al referir a sustantivos que determinan objetos para la acción de apuntar o bosquejar, como Notizbuch (libreta de apuntes) o Notizheft (cuaderno de apuntes). Justamente será esta última palabra en alemán la que titula la publicación que se edita en 2024, la cual recoge escritos de Nelly Richard, Eugenio Dittborn, Carlos Pérez Villalobos y Pablo Oyarzún, quienes reflexionan sobre las obras presentadas en 2019 en D21.

Biografía de la obra
caja plástica de 160 lts y piedra flotante: 2 estructuras metálicas regulables para sostener cables planos con sus dos fierros transversales de unión 2 bombas de agua de 1000 L/H 1 dispositivo de encendido y apagado de bombas de
"Yo no sabía que este reloj necesitaba esa cantidad de cables. Todo eso lo hice con el papá de Pablo Ferrer que es un electrónico. Al final esta cantidad de cables terminaron siendo parte fundamental de la visualidad de la obra. Requería una bomba para que se moviera la piedra de manera constante, cosa que no resultaba si se encendían todas la mismo tiempo. Se movía y luego se quedaba quieta. Luego entendimos que había que encenderlas de manera diferida para que el movimiento fuera constante. Es algo que viene de hace mucho en mi trabajo, que el texto se mueva, que el agua se mueva. La experiencia es muy distinta si hay movimiento. (Como Metáfora, en La República, también se movía). La piedra de lava volcánica es del Riñihue, Se supone que es de la erupción del Choshuenco y quedó flotando en el lago y alguien la recogió. La tenía alguien. No es como la recolección de piedras que yo hice para Corea (Ngen-Füta-Winkul) y para Oxímoron. Esta es una piedra muy grande, parece animal. Es muy flotadora. En la obra se ve como el lomo de un animal y tener el reloj en el lomo de un animal es algo muy impresionante. Me recuerda el hipopótamo del zoológico. 65 millones correspondería justo al momento posterior al cataclismo que mató a los dinosaurios, por lo tanto ese ese el momento de inicio de la historia. A mi siempre se me ha juntado el tiempo con las piedras. Cada vez que veo una piedra me imagino que marca un tiempo. Al ver una piedra uno ve un proceso que duró millones de años. Son cifras descomunales. Y tiene que ver con el grabado tríptico de niño Allende (En un Abrir y Cerrar de Ojos), tiene piedras con petroglifo. Son ambas de una misma racha poética. La caja plástica fue la que permitía solucionar algo técnico y práctico sin estar sobre diseñada ni ser pregnante. Juntar electricidad y agua es otra cosa que me raya. En Corea las conexiones eléctricas iban para arriba.  Si viviéramos en un ámbito con más demanda de obra, podría haber hecho más obras de este tipo".
Gonzalo Díaz, entrevista 2 de julio de 2024.
Registro audiovisual
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